Mi hija estuvo viniendo durante meses y superbién. Hasta que empezamos a ver que no quería venir a bailar, se sentía incómoda por algunos comentarios que le hacía la Mónica, entonces es cuando llego mi total decepción, conocer a la verdadera Mónica Escriba, simplemente le dije que mi hija era sensible a según qué comentarios y que no quería venir a bailar, que teníamos que gestionarlo de otra manera, que me dijeran a mí cualquier cosa en relación con faltar a clase, ya que es cosa mía si no la llevo, porque lo primero son los estudios y después el ocio, por ese motivo si le dicen "campanera", es cosa de su padre, no de ella. Aquí vino mi sorpresa cuando la dueña de una academia no es capaz de entender que mi hija no está cómoda con sus comentarios, sino que me reafirma que ella lo que dice, bien dicho está y que si no lo entiende, pues oye... No lo ha dicho para ofender, pues por ese motivo si un padre te dice que cambies tu manera de dirigirte y tengas mano izquierda, como dice ser educadora especial (que pongo en duda) sigue con sus trece y no reconoce ni intenta cambiar su manera de dirigirse a mi hija simplemente, para que esté cómoda y quiera seguir viniendo a bailar a tu escuela, cualquier ser inteligente lo vería así, solo por la visión de negocio, es una niña menos...
Vamos... una escuela de baile con tantas niñas y no sepa gestionarlo de una manera para que esté cómoda mi hija, me sorprendía muchísimo. Pensaba... como puede ser??? Si es tan simple de no machacarla y no decirle nada y hablar conmigo... no sé, me pareció que estaba discutiendo con una niña y no con la propietaria de una escuela de baile.
También decirme, es que tu hija quiere salir en todos los bailes y no se los sabe y ralentiza el grupo, cuando es al revés... utilizaba a mi hija y la hacía bailar en todos los bailes porque no tenía suficientes niñas... todo lo que me decía era ella la que lo hacía bien y culpando a una niña de 11 años... nose… No entiendo como puede gestionar un negocio así, una persona así, mi consejo fue, que buscara ayuda y que todos los audios de WhatsApp que nos enviamos, se los enseñara a alguien con un mínimo de conocimiento. Porque estaba equivocada y me cogió de buenas.
Pues lo peor estaba por llegar, puso en duda el bullying y el acoso que le había recibido a mi hija en el colegio, el anterior año el cual la tuvimos que cambiar de colegio con el eap y muchos disgustos nos ha costado a toda la familia, después de esto...
AQUÍ YA DIJE!! ESTA SEÑORA PROPIETARIA ES UNA COMPLETA INCOMPETENTE PARA GESTIONAR NIÑOS O NIÑAS CON UN MÍNIMO DE TRATO PERSONAL, ES UNA PROFESORA DE REBAÑO, NO SE LE PUEDE PEDIR MÁS.
No pongo en duda que sepa bailar o no, porque la niña aprendía y era guay para ella, pero como persona deja mucho que desear la Mónica Escriba.